Perspectivas del Antiguo Testamento sobre la autodefensa
El Antiguo Testamento nos da algunos ejemplos claros de autodefensa. Especialmente cuando se trata de proteger el hogar y la familia. Un versículo clave es Éxodo 22:2-3, que dice:
Si un ladrón es sorprendido entrando por la noche y recibe un golpe mortal, el defensor no es culpable de derramamiento de sangre; pero si sucede después de la salida del sol, el defensor es culpable de derramamiento de sangre.
Este versículo muestra que la defensa propia está permitida (pero no es ilimitada). Por la noche, cuando no se puede ver con claridad, protegerse está justificado. Durante el día, sin embargo, cuando la situación es definitivamente menos amenazante, es una historia diferente.
Otro ejemplo se encuentra en Nehemías 4:14. Cuando los israelitas estaban reconstruyendo los muros de Jerusalén y se enfrentaban a las amenazas de sus enemigos, Nehemías les dijo:
No les tengáis miedo. Acordaos del Señor, que es grande y temible, y luchad por vuestras familias, vuestros hijos y vuestras hijas, vuestras esposas y vuestros hogares.
Este versículo pone de relieve la importancia de levantarse para protegerse no solo a uno mismo, sino también a las personas que nos importan. Se trata de defender lo que Dios te ha confiado.
El Antiguo Testamento también hace hincapié en la responsabilidad de proteger a los demás, especialmente a los inocentes. Proverbios 24:11-12 dice:
Rescata a los que son llevados a la muerte; detén a los que se tambalean hacia el matadero. Si decís: 'Pero nosotros no sabíamos nada de esto', ¿no lo percibe el que pesa el corazón?
Aquí, la Biblia llama a la acción cuando la vida de alguien está en peligro. Quedarse callado o no hacer nada no es una opción.
Así que, sí, el Antiguo Testamento apoya la autodefensa en situaciones específicas. Pero también nos recuerda que debemos actuar con responsabilidad. No se trata de venganza o violencia. Protege tu vida y haz lo correcto.
Enseñanzas del Nuevo Testamento sobre la violencia y la defensa
El Nuevo Testamento habla mucho sobre la paz y el perdón. Uno de los ejemplos más claros está en Mateo 5:38-39, donde Jesús dice:
Habéis oído que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por diente'. Pero yo os digo: No resistáis al malvado. Si alguien te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Esto puede sonar como si Jesús estuviera diciendo que nunca debemos defendernos, ¿verdad? Pero aquí no se trata de dejar que la gente te pisotee. Hay que evitar la venganza y no responder a la violencia con más violencia.
Luego está Lucas 22:36, donde Jesús dice a sus discípulos:
Si no tenéis espada, vended vuestro manto y comprad una.
Esto parece el mensaje opuesto, ¿verdad? Pero se trata más bien de estar preparado para los tiempos difíciles. Jesús no estaba animando a sus seguidores a luchar contra la gente. De hecho, más adelante en Mateo 26:52, cuando Pedro usa una espada para defenderle, Jesús le detiene:
Pon tu espada en su sitio, porque todo el que saca la espada morirá por la espada.
Entonces, ¿cuál es la lección? Prepárate, pero no busques la violencia como solución.
Pablo también opina sobre esto enRomanos 12:17-18:
No devolváis a nadie mal por mal. Si es posible, en la medida en que dependa de ti, vive en paz con todos.
El consejo de Pablo es sencillo: haz todo lo posible por mantener la paz. Pero también admite que la paz no siempre está bajo tu control.
En resumen, el Nuevo Testamento se inclina por la paz y el perdón. No dice que no puedas protegerte, pero nos recuerda que debemos pensar cuidadosamente antes de actuar.
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Balanceando el Pacifismo y la Autodefensa Bíblica
La Biblia no nos da una respuesta única cuando se trata de autodefensa. En cambio, nos da principios que los cristianos deben equilibrar. Por un lado, está la llamada a la paz. Por otro lado, está la responsabilidad de proteger.
Romanos 12:19-21 se utiliza a menudo para apoyar el pacifismo:
No os venguéis, queridos amigos, sino dejad espacio para la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor. Al contrario:
Este versículo nos recuerda que la venganza no es cosa nuestra. Dios se encargará de hacer justicia. Pero, ¿significa eso que nunca debemos actuar para protegernos a nosotros mismos o a los demás? No necesariamente.
1 Timoteo 5:8 aporta otra capa a la discusión. Dice:
Cualquiera que no provea para sus parientes, y especialmente para su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Proveer para su familia no se trata sólo de comida o refugio. Incluye protegerlos de cualquier daño. Si alguien amenaza a tus seres queridos, este versículo sugiere que tomar medidas para mantenerlos a salvo es parte de tu responsabilidad.
Entonces, ¿cómo equilibramos estas dos ideas? La Biblia parece decir: Haz todo lo que puedas para evitar conflictos. Trata de vivir pacíficamente y confía en que Dios se encargará de la justicia. Pero si te encuentras en una situación en la que la paz no es posible, protegerte a ti mismo o a los demás puede seguir siendo coherente con tu fe.
No se trata de ser imprudente o rápido en el uso de la fuerza. Se trata de actuar con sabiduría y amor, incluso en situaciones difíciles.
Interpretaciones históricas y teológicas
Los cristianos llevan mucho tiempo debatiendo sobre la autodefensa. Como siglos. En los primeros días de la iglesia, la mayoría de los creyentes adoptaron el enfoque de "no pelear, pase lo que pase". Pensaban que seguir a Jesús significaba la no violencia total. Algunos incluso se negaban a alistarse en el ejército porque creían que coger un arma no encajaba con las enseñanzas de Jesús.
Pero entonces llegó Agustín, uno de los grandes pensadores de la historia cristiana, que básicamente dijo: "Un momento, tal vez esté bien luchar a veces, por ejemplo, si hay que proteger a gente inocente". Creó la "Teoría de la guerra justa", que dice que la violencia puede estar justificada en casos específicos, pero sólo cuando es absolutamente necesaria. En opinión de Agustín, la autodefensa no consistía en vengarse de alguien, sino en mantener las cosas justas y seguras.
Volvamos a Martin Lutero (no King Jr., sino el tipo de la Reforma). Lutero creía que los cristianos tenían el deber de proteger a sus familias. Pensaba que dejar que las personas de las que uno era responsable sufrieran daños era peor que quedarse de brazos cruzados. En su mente, la autodefensa era parte de ser un buen padre, vecino o amigo. Grupos como los anabaptistas vieron toda esta charla sobre espadas y peleas y dijeron, "Si, no. Jesús nos dijo que pusiéramos la otra mejilla, y a eso nos atenemos." Para ellos, la verdadera fe significaba elegir la paz, incluso si dolía, o incluso si te mataban.
Entonces, ¿dónde nos deja esto? Honestamente, los cristianos siempre han estado divididos en esto. Algunos dicen que hay que intervenir y proteger a los demás cuando sea necesario. Otros argumentan que confiar en Dios significa dejarle toda la justicia (y la lucha) a Él.
Al final del día, todos están de acuerdo en una cosa: se trata de amor y fe. Tanto si intervienes para defender a alguien como si optas por la paz, el objetivo es honrar a Dios. Y seamos realistas, si los cristianos han estado discutiendo sobre esto durante 2.000 años, probablemente no vas a resolverlo tomando un café, pero al menos ahora sabes lo básico.
Preguntas de la comunidad del chat bíblico sobre la defensa personal
¿Qué dice la Biblia sobre la defensa personal?
La Biblia no da una respuesta directa de sí o no. Se trata más bien de principios. Encontrarás versículos como Éxodo 22:2-3, que hablan de defender tu hogar, y Nehemías 4:14, donde se dice a la gente que luche por sus familias. Al mismo tiempo, Jesús nos dice en Mateo 5:39 que pongamos la otra mejilla. Por lo tanto, se trata menos de "¿Puedo defenderme?" y más de cómo y por qué lo haces. ¿Venganza? No. ¿Protección? Eso está más en línea con la enseñanza bíblica.
¿Es la autodefensa un pecado?
No necesariamente. La Biblia no dice que defenderse sea pecado, pero sí advierte contra el uso de la violencia por descuido o con malas intenciones. Por ejemplo, Jesús le dice a Pedro que guarde su espada en Mateo 26:52, recordándole que vivir de la violencia no es el camino. La autodefensa consiste más bien en proteger la vida, no en causar daño. Por lo tanto, siempre y cuando sus acciones provengan de un lugar de amor y no de venganza, es probable que esté en el claro.
¿Qué dice la Biblia acerca de matar para proteger a su familia?
Esta es difícil. Éxodo 22:2-3 menciona matar a un ladrón que entra por la noche, diciendo que está justificado si ocurre en la oscuridad. Pero la Biblia siempre valora la vida, por lo que hace hincapié en el uso de la fuerza sólo cuando sea absolutamente necesario. No es un pase libre para ser imprudente o vengativo. Si tu familia está en peligro, protegerla puede verse como cumplir con tu responsabilidad, pero es una decisión que debe tomarse con mucha reflexión y oración.
¿Qué dice la Biblia sobre defenderse verbalmente?
La Biblia tiene mucho que decir sobre cómo usamos nuestras palabras. Proverbios 15:1 nos recuerda: "La respuesta suave aleja la ira, pero la palabra áspera despierta el enojo" En otras palabras, no agraves las cosas si no es necesario. Jesús a menudo se defendió verbalmente, como cuando fue cuestionado por los líderes religiosos, pero lo hizo con sabiduría y calma. Defenderte con palabras está bien; sólo asegúrate de decir la verdad y no echar leña al fuego.
¿Cuáles son algunos versículos bíblicos sobre la defensa personal?
Estos son algunos de los más importantes:
- Éxodo 22:2-3: Habla sobre defender tu hogar de un intruso.
- Nehemías 4:14: Anima a la gente a luchar por sus familias y hogares.
- Lucas 22:36: Jesús dice a sus discípulos que compren una espada para protegerse.
- Proverbios 24:11-12: Llama a rescatar a los que están en peligro.
- Romanos 12:17-18: Enseña a vivir en paz, pero reconoce que no siempre es posible.
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En resumidas cuentas
La autodefensa es uno de esos temas en los que la Biblia no nos da una respuesta clara y única. En cambio, nos da principios en los que pensar (yay). Vemos historias y versículos que hablan de proteger a los demás, defender lo que es correcto e incluso defender tu hogar. Al mismo tiempo, la Biblia nos recuerda constantemente que debemos buscar la paz, evitar la venganza y confiar en Dios para la justicia final.
Para los cristianos, la cuestión de la autodefensa no se trata sólo de lo que puedes hacer, sino de lo que hay en tu corazón cuando lo haces. ¿Actúas por ira o miedo? ¿O te estás protegiendo a ti mismo y a los demás con amor y sabiduría?
A fin de cuentas, la Biblia nos llama a honrar a Dios en todo lo que hacemos. Ya sea que eso signifique poner la otra mejilla, intervenir para proteger a alguien u orar para que nos guíe en el momento, el objetivo es siempre el mismo: reflejar el amor de Dios y confiar en Su plan.
Así que, aunque este puede no ser un tema fácil, es uno sobre el que vale la pena reflexionar. Puesto que los cristianos llevan siglos debatiendo sobre ello, está bien tomarse un tiempo para averiguar cuál es su postura.