La naturaleza de la omnipresencia de Dios
Hablemos de eso de que "Dios está en todas partes". Es una de esas ideas que suenan muy bien en teoría, pero ¿en la práctica? No siempre es fácil de entender. Si Dios está en todas partes, ¿por qué a veces parece que no está en ninguna?
Primero, vayamos directamente a la fuente. La Biblia es muy clara al respecto:
- Salmo 139:7-8: "¿Adónde iré lejos de tu Espíritu? ¿Dónde puedo huir de Tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás Tú; si hago mi cama en las profundidades, allí estás Tú"
- Jeremías 23:24: "'¿Puede un hombre esconderse en lugares secretos para que yo no lo vea?' declara el Señor. '¿No lleno yo el cielo y la tierra?'"
- Colosenses 1:17: "Él es antes que todas las cosas, y en Él todas las cosas subsisten"
Básicamente, las Escrituras dicen que no hay ningún lugar al que puedas ir donde Dios no esté. Tanto si estás teniendo el mejor día de tu vida como si te estás desmoronando por completo, Él sigue estando ahí. ¿El verdadero reto? Darse cuenta de que esa presencia no siempre se ve o se siente como esperamos.
Dios: Cercano, pero misterioso
Existe una paradoja. Dios es inmanente (está aquí con nosotros) y trascendente (está más allá de lo que podemos comprender). Es personal, pero también infinito. Está presente en un susurro(1 Reyes 19:11-12), pero también en el fuego y el trueno(Éxodo 19:16-18). Es algo alucinante.
Jesús lo hizo aún más personal. En lugar de ser una presencia lejana y omnipresente, entró literalmente en el mundo, vivió una vida humana y dijo: "Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20). Ya no es sólo "Dios arriba", sino Dios con nosotros(Emmanuel - Mateo 1:23).
¿Qué significa todo esto para nosotros? Significa que la presencia de Dios no es algo que invoquemos, sinoalgo que reconocemos. Él ya está ahí. En el amanecer. En la amabilidad de un amigo. En los momentos tranquilos en los que dejas de pensar durante medio segundo.
La verdadera pregunta no es "¿Está Dios aquí?",sino "¿Estoy prestando atención?"
Descubrir a Dios en la naturaleza

Si alguna vez te has parado en la playa a contemplar las olas o has mirado al cielo nocturno y has sentido algo -unasensación de asombro, una paz profunda, tal vez incluso una repentina comprensión de que la vida es más grande que tu lista de tareas diarias-, no estás loco. Eso es Dios.
La Biblia lo corrobora. La naturaleza no es sólo un paisaje bonito; es un reflejo directo del poder y la presencia de Dios:
- Romanos 1:20: "Porque desde la creación del mundo, las cualidades invisibles de Dios -su eterno poder y su naturaleza divina- se han visto claramente, siendo entendidas por lo que ha sido hecho"
- Salmo 19,1: "Los cielos cuentan la gloria de Dios; los cielos proclaman la obra de sus manos."
- Job 12:7-10: "Pregunta a los animales, y te lo enseñarán, o a las aves del cielo, y te lo dirán... En su mano está la vida de toda criatura y el aliento de toda la humanidad"
La propia Creación es un gigantesco y continuo sermón sobre Dios. Piensa en la forma en que crece un árbol: comienza como una pequeña semilla, se abre paso en la tierra y se extiende hacia el cielo. O cómo el océano nunca deja de moverse, siempre dentro de sus límites, pero nunca verdaderamente quieto. Incluso la forma en que cambian las estaciones, año tras año, trayendo muerte, renovación y vida de nuevo. Todo ello refleja algo más profundo.
De hecho, Jesús utilizó la naturaleza todo el tiempo para explicar verdades espirituales. Habló de la fe como un grano de mostaza (Mateo 17:20), de cómo Dios provee a los pájaros y a las flores (Mateo 6:26-30), y de cómo los sarmientos deben permanecer unidos a la vid (Juan 15:5). Si quieres entender a Dios, prestar atención al mundo natural es un buen punto de partida.
Cómo ver a Dios en la Creación
¿Cómo puedes ver a Dios en la naturaleza cuando estás ocupado y distraído el 99% del tiempo? He aquí algunas maneras sencillas:
- Sal al exterior con intención. No vayas corriendo por el parque mirando el móvil, tómate un segundo para respirar, mirar a tu alrededor y ver realmente lo que tienes delante.
- Ve más despacio. Observa el amanecer, escucha el viento o simplemente siéntate en silencio durante un minuto. Dios habla a menudo cuando estamos lo suficientemente quietos como para oírlo.
- Busca patrones. La forma en que la vida funciona en ciclos -crecimiento, muerte, renovación- refleja mucho de lo que Dios hace espiritualmente.
- Recuerda quién lo hizo. La belleza de la creación no es aleatoria. Es una firma. Un recordatorio de que el mismo Dios que creó el universo también te creó a ti.
Si alguna vez has sentido que Dios está distante, date un paseo al aire libre. Ha ido dejando pistas por todas partes.
Apropiate de Dios hoy
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Reconocer lo divino en la rutina diaria
Mucha gente cree que encontrarse con Dios tiene que ser una experiencia mística grandiosa, como una voz que retumba en el cielo o una señal milagrosa. Pero la mayoría de las veces.. Dios aparece en las cosas pequeñas. En los momentos cotidianos.
- 1 Corintios 10:31: "Así que, tanto si coméis como si bebéis o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios"
- Colosenses 3:23: "Todo lo que hagáis, trabajadlo de todo corazón, como quien trabaja para el Señor, no para amos humanos."
- Proverbios 3:6: "Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas"
¿Notaste eso? Todos tus caminos. No sólo los momentos "santos" obvios, como la iglesia o la oración, sino las cosas normales de cada día.
Piensa en ello: Jesús pasó la mayor parte de su vida haciendo cosas normales. Antes de su ministerio, trabajó como carpintero. Cocinaba pescado al fuego. Iba a bodas, comía con amigos y caminaba por todas partes. Si el Hijo de Dios no estaba por encima de la vida cotidiana, ¿por qué suponemos que Dios no puede estar presente en la nuestra?
El problema no es que Dios esté ausente, sino que a menudo estamos demasiado distraídos para darnos cuenta. Pasamos de una tarea a otra, revisando listas de cosas por hacer y esperando algún gran momento espiritual, mientras que Dios está ahí, en los detalles tranquilos y ordinarios de nuestro día.
La presencia de Dios en las relaciones y la comunidad
Si alguna vez has tenido una conversación en la que te has sentido diferente, en la que te has sentido comprendido, animado o incluso más ligero, es probable que hayas experimentado la presencia de Dios sin darte cuenta. Porque una de las principales formas en que Dios se manifiesta en nuestras vidas es a través de las personas A través de las personas.
- Mateo 18:20: "Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo con ellos"
- 1 Juan 4:12: "A Dios nadie lo ha visto jamás; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se completa en nosotros"
- Hebreos 10:24-25: "Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros."
Básicamente, Dios está en la forma en que nos relacionamos con los demás. Cuando animamos, escuchamos, apoyamos y amamos bien a los demás, no sólo estamos siendo "buenas personas" Estamos reflejando la naturaleza de Dios.
Jesús se esforzaba por pasar tiempo con la gente. Mantenía conversaciones profundas, compartía comidas y se encontraba con la gente allí donde estaba, ya fueran pescadores, recaudadores de impuestos o marginados. Él no mantenía las distancias. Lo suyo eran las relaciones.
Y así sigue actuando hoy. A veces la presencia de Dios aparece como un amigo que te envía un mensaje de texto en el momento exacto en que necesitas ánimo. O un mentor que te da sabiduría cuando estás atascado. O incluso como un extraño que te recuerda que la bondad sigue existiendo en el mundo.

Dónde está Dios hoy: Caminos modernos hacia lo divino
La vida actual no se parece en nada a la de los tiempos bíblicos. Jesús y sus discípulos no tenían que lidiar con bandejas de entrada desbordadas, interminables redes sociales o la presión de estar siempre activos. Pero, ¿significa eso que ahora es más difícil encontrar a Dios? En absoluto. En todo caso, tenemos más formas de reconocerle.
Dios no está anclado en el pasado. No necesita un paisaje desértico o un templo de piedra para aparecer. Él se encuentra con la gente donde están-y donde estamos ahora mismo es en un mundo de tecnología, conversaciones digitales y movimiento constante. Así que, en lugar de luchar contra la vida moderna, ¿qué pasaría si la utilizáramos para profundizar nuestra conexión con Él?
Encontrar a Dios en la era digital
El mundo digital no es sólo una distracción; puede ayudarnos a experimentar a Dios de nuevas maneras:
- Comunidades online - Desde grupos de estudio bíblico en Discord hasta creadores cristianos en YouTube, las conversaciones basadas en la fe se producen en todas partes.
- Aplicaciones y podcasts - Ya sea una aplicación de lectura diaria de la Biblia o un podcast que desafíe tu fe de una buena manera, no hay escasez de herramientas para mantenerte conectado.
- Culto en cualquier lugar - La iglesia ya no es sólo cosa de los domingos por la mañana. Ya se trate de una transmisión en directo, una lista de reproducción de culto en su viaje al trabajo, o un sermón en su hora de almuerzo, la fe encaja en la vida cotidiana más que nunca.
- Redes sociales basadas en la fe - Lo creas o no, a veces una simple publicación en Instagram o un tuit pueden recordarte algo que realmente necesitas escuchar.
Dios no está confinado a un tiempo o cultura específicos. Él siempre está en movimiento, siempre está presente y siempre encuentra maneras de llegar a la gente, incluso en un mundo lleno de notificaciones. La clave es saber dónde buscar.