Tras poner en marcha el centro extraescolar de Necșești, nuestro equipo volvió para una visita de seguimiento. Llegamos justo en medio de una actividad de lectura. Los niños ya estaban ocupados, concentrados en sus libros o escuchando, y el ambiente era tranquilo pero lleno de curiosidad.

Seguimos con un juego de lectura desenfadado, en el que pusimos a prueba su memoria y comprensión de las historias que habían leído las últimas semanas. Los niños nos impresionaron con sus respuestas reflexivas, sus interpretaciones creativas y su alegre entusiasmo. Con esta actividad, no sólo practicaron la comprensión lectora, sino también el pensamiento crítico, la escucha activa y la confianza a la hora de hablar.

Entre ellos hay algunas mentes brillantes y ansiosas, niños a los que les entusiasma aprender, a los que les encantan las historias y que mantienen la curiosidad incluso durante las vacaciones de verano.

Tras el aprendizaje llegó la celebración: una merecida pizza que compartieron entre risas. Para muchos de ellos, estos pequeños pero significativos momentos, como aprender juntos y comer juntos, contribuyen a crear un profundo sentimiento de pertenencia y alegría. Es algo más que una visita. Es conexión.

Algunos de los niños dijeron que les gustaría poder pasar más tiempo en el centro, y ese simple deseo lo dice todo. Por eso ya estamos planeando más actividades relajantes y creativas, como una noche de cine, para seguir haciendo de este un espacio donde se sientan seguros, vistos y valorados.

Aunque no todos los niños pudieron asistir, la mayoría de los que vinieron estaban totalmente presentes: comprometidos, entusiasmados y con ganas de crecer. Está claro que algo especial está echando raíces en Necșești: una pequeña pero hermosa comunidad de jóvenes estudiantes que leen, sueñan y por fin tienen un lugar al que pertenecen.

Proverbios 22:6 (NVI)

"Instruye al niño en su camino, y cuando sea viejo no se apartará de él"

La Fundación OpenSoul estuvo aquí.